lunes, 11 de julio de 2011

EL Islam, la paz y la libertad

Por: Hugo Balderrama Ferrufino (Abdul Rahman)


La idea de esta nota me vino a razón de responder algunos cuestionamientos que surgen de forma casi diaria a raíz de mi fe islámica y la supuesta incongruencia de esta con la filosofía liberal, de la cual yo soy un seguidor. Espero que las líneas que siguen sirvan para colocar tierra fértil en un debate que hoy por hoy incluye a musulmanes y gente de otros credos.


En el mundo existimos aproximadamente mil trecientos millones de musulmanes, si usted hace una simple operación aritmética vera que somos aproximadamente un quinto de la población mundial, y actualmente la religión con mayor tasa de crecimiento, dentro ese enorme abanico de personas, las posiciones suelen ser igual de numerosas ya que el Islam a diferencia del catolicismo y otras creencias cristianas no cuenta con sacerdotes u otro tipo de intermediarios entre el creyente y Dios. Muchos musulmanes tenemos una preocupación constante sobre lo que sucede en países donde la fe está ligada a la espada (con características parecidas a la Europa medieval), debemos recalcar que muchas de las dictaduras y regímenes totalitarios en el medio oriente, no son una aplicación de los principios islámicos sino su antípoda, muchos son los autores que han destacado principios coránicos en perfecta complementación con marcos institucionales republicanos defendidos por el liberalismo como son el respeto a la vida, la propiedad y la libertad, como lo cita la siguiente aleya “No devoren sus bienes injustamente unos a otros, ni sobornes con ellos a los jueces para devorar ilegalmente la hacienda ajena” (2: 188). El islam estipula que ningún ciudadano puede ser encarcelado hasta que su culpabilidad se pruebe ante un tribunal de justicia. Proceder al arresto de un hombre por una simple suposición y encarcelarlo, sin haberle dado la posibilidad de la defensa, no está admitido en el Islam. De forma paralela a estos elementos citados el Corán proclama: “No está permitido a nadie forzar a nadie a creer” (2: 256), lo cual reconoce que los individuos gozan de plena libertad de conciencia para seguir el credo que consideren apropiado o en su caso la ausencia de creencia religiosa. La tradición islámica muestra que los ciudadanos disfrutan de una igualdad ante la ley (no mediante ella); como lo muestra la siguiente historia del profeta Mahoma (La paz sea con el): Una mujer perteneciente a una familia noble e influyente fue arrestada por un robo. El asunto fue llevado ante el profeta (La paz sea con el) y algunas personas pidieron, la conmutación de la pena. El profeta respondió: “Otras naciones solían castigar al débil por un delito y dejaban libres a los nobles a pesar de sus crímenes. Por Dios, quien posee mi vida en sus manos, juro que si Fátima mi hija, cometiese este crimen, le habría aplicado la pena correspondiente”.


Es muy frecuente tergiversar el termino Jihad, que se refiere a la lucha interior para la mejora espiritual para asociarla a esa expresión inapropiada de “Terrorismo islámico”. El Islam, es una religión de misericordia, no permite el terrorismo. Dios dijo en el Corán: “Dios no les prohíbe que trates bien y con justicia aquellos que no les combatieron a causa de su fe, ni les hayan hecho abandonar sus hogares. Es cierto que Dios ama los justos” (60:8). A la luz de este y otros textos islámicos, el incitar el terror en los corazones de indefensos civiles, la total destrucción de edificios y propiedades ajenas, la explosión de bombas y la mutilación de inocentes, son actos reprochables y prohibidos de acuerdo con los musulmanes y el Islam. Nosotros seguimos una religión de paz, misericordia y perdón, no tenemos nada que ver con los ataques criminales como el perpetuado contra las pacificas torres gemelas el 11 de Septiembre del 2001. Los malos existen en todo grupo humano, lo importante es que sean identificados por nombre y apellido y no por la fe que profesan, en lo personal yo también soy critico de países que usan la ley islámica como un pretexto para justificar dictaduras y vulnerar derechos de los súbditos, pero generalizar la fe con ese tipo de dislates, sería tan insensato como asociar al cristianismo con los actos de intolerancia (la quema publica del Corán) mostrados por algunos pastores el 2010.


En cuanto a la actividad económica, podemos usar la frase recopilada por Alberto Benegas Lynch, la misma que pertenece a Guy Sorman, que denomina al Corán con el “libro de los hombres de negocios”, por el énfasis que pone en el respeto de la propiedad privada y el cumplimiento de la palabra empeñada, así mismo Gary Becker muestra como el Islam es más propenso a la economía de mercado que el cristianismo, porque ordena el cumplimento de los contratos comerciales en cantidad y calidad como reza la aleya “Ustedes los creyentes cumplid con sus contratos y obligaciones”(5:1). La Universidad Francisco Marroquin, recientemente uso el nombre de Ibn Khaldum para denominar su centro de investigaciones internacionales, que como es sabido fue uno de los primeros en teorizar el comportamiento del mercado y la formación del capital. El profesor Imad-ad-Dean Ahmad director del Minaret of Freedom Institute, manifiesta que fueron los pensadores musulmanes los precursores de la escuela austriaca de la economía (Menger, Bower, etc).


Estos son algunos ejemplo del porque no existe incompatibilidad entre ser liberal y seguir el camino de Dios a través del Islam, espero que estas humildes letras sirvan para superar algunos prejuicios en torno a nosotros los musulmanes.



Salam Aleikum.

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