lunes, 12 de diciembre de 2011

Las Salvación y los Impuestos.

Por: Hugo Balderrama.

En las semanas pasadas el SIN (Servicio de Impuestos Nacionales), saco por los medios televisivos una serie de spots con el objetivo de generar una cultura tributaria, las historias son varias desde una pequeña que le pregunta al padre por la importancia de las facturas hasta un sujeto que el día del juicio frente a Dios es condenado por no pagar con sus obligaciones tributarias, en lo personal las propagandas de narras me provocaron una dosis alta de enojo, primero por el notable desconocimiento de economía y segundo por la arrogancia de los funcionarios estatales de jugar a Dios.

Los impuestos en la gran mayoría de los casos solo son un castigo a los que hacen las cosas bien, es decir ser productivo es una delito por el cual tienes que pagar el IVA, IT, IUE, ITF y demás, el argumento es que sin tus contribuciones no existiría escuelas, hospitales, carreteras y por lo tanto el estado no podría ayudar a los más necesitados; pero la realidad muestra exactamente lo contrario las cargas tributarias pesadas merman la tasas de capitalización de la economía con lo cual rebajamos los ingresos reales de todos especialmente de los más necesitados.

Todo billete pagado al fisco es dinero que no gastamos en comida, viajes, ropa, libros y muchos etc., por lo tanto son bienes que dejamos de demandar y de lógica no se producirán. Nuestros ingresos menguan el ahorro se torna más complicado como consecuencia tenemos una reducción de la inversión, ¿ya entiende ahora porque en el país no existen fuentes de empleo y las pocas que hay tienen salarios de sobrevivencia? Los Gobiernos asumen que gastan nuestro dinero mejor que nosotros mismos, ya que conocen mejor nuestras “necesidades reales”. Pero no es así. La carga tributaria del país es excesiva e injusta, donde el ciudadano promedio debe trabajar para complacer el ego de los mandones de turno, el sistema es una copia fiel del feudalismo.

Las tasas elevadas de impuestos, se traducen en precios más altos, que los productores los trasladaran a los comerciantes y estos a los productos finales, para que sea finalmente el consumidor que termine pagando ergo sus cantidades compradas serán menores, en lenguaje económico estaríamos frente a contracción del ingreso en términos reales.

Todos estos impuestos equivalen a empresas que no se inauguran, o no crecen, o reducen o cierran sus operaciones. A empleos directos que no se generan, e indirectos que tampoco ven la luz. A sueldos y salarios que no se ganan; y que por eso no adquieren rubros que tampoco se producen. Sus montos se recargan a los precios de las mercancías que se fabrican, importan o venden, con lo cual se encarecen; y si no pueden hacerlo, pues los ricos no dejan de satisfacer sus gustos caros, pero si dejan de invertir, y por consiguiente de crear riqueza y empleos. Quien se perjudica no es el rico; es la clase media y el pobre, al final los tributos solo perjudican la movilidad social y muchos casos se convierten en un privilegio para los que se encuentran arriba de la pirámide.

El crecimiento de una nación depende exclusivamente del progreso de cada uno de sus habitantes, de la acumulación de ahorro y riqueza individual; los sacrificios en nombre de la patria, de la nación y demás idioteces tribales, son la causa de la pobreza en gran parte de América Latina y la peor muestra de colonialismo intelectual.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El Día de Acción de Gracias

Por Hugo Balderrama.

Todos los años para esta época en los Estados Unidos se recuerda aquel día maravilloso en que los peregrinos y los indígenas americanos compartieron los frutos de la cosecha, ese 25 de noviembre de 1623 se celebró el esfuerzo personal y la propiedad privada, que surgieron como la solución al fracasado intento de los migrantes de Playmouth de establecer una economía comunitaria, que por poco los mata de inanición, en otras palabras, se cambió de un sistema socialista al capitalismo de esfuerzo privado.

No es raro que la propiedad y la libertad de gozar del esfuerzo del trabajo propio hayan sido las bases para la fundación de los Estados Unidos el eje central consistía en el respeto a la propiedad privada tal como resumió Madison. Desconfiaban de los ejércitos permanentes tal como insistían Hamilton y Jay y luego el general George Washington advirtió de los peligros de intervenir militarmente en conflictos ajenos, todo eso junto con un federalismo extremo para mantener a las personas lejos del apetito de poder del centralismo hicieron de ese país el dorado de los tiempos modernos.

Desafortunadamente, de un tiempo a esta parte aquellos valores y principios vienen en franca decadencia. Guerras absurdas por todos lados, aplicación de torturas, limitación grave a las libertades individuales, manipulación monetaria que destruye los salarios y los ahorros, un mercantilismo descontrolado promovido por Bush y Obama y muy bien recibido por los pseudo empresarios del varios sectores, que ven crecer sus patrimonios al mismo tiempo que muchos de sus compatriotas se empobrecen.

En el campo académico Paul Krugman fue quizá la voz más destacada dentro del bando neokeynesiano que abogaba por abrir dramáticamente las llaves del gasto público para que este dinero reactivara la decaída economía estadounidense. Obama rápidamente se decantó por este enfoque, y fue así como el Congreso estadounidense controlado en ese momento por los demócratas, aprobó un paquete de estímulo de $780.000 millones. Para poner en contexto esta cantidad abundante de plata, los ingresos de la FIFA por concepto del Mundial de Sudáfrica 2010 fueron de un poco más de $1.000 millones. Es decir, el paquete de estímulo de Obama equivalió a 780 Copas Mundiales. Obama afirmó tras la aprobación del paquete de estímulo que gracias a él el desempleo en EE.UU. no subiría por arriba del 8%. En realidad, exceptuando dos meses, lleva 21 meses por arriba del 9%. Lo que parece no entender el premio nobel de economía es que no se puede reemplazar el ahorro por una deuda permanente, ya que eso deja en la lona a toda la población, mis padres lo sabían jamás gastaron más de lo que sus salarios lo permitían, pero para Paul esos son conceptos que vienen del pueblo, por eso mejor no escucharlos (complejo del filósofo rey muy descrito por Popper).

Si la clase política y los académicos de hoy día hubiera estado en el poder en Massachusetts en 1623, el Día de Acción de Gracias se hubiera llamado "Día de la Hambruna" por supuesto una gran mayoría de los norteamericanos no hubieran vivido para celebrarlo.