Bolivia: Precio del Petroleo y Subsidios
Los economistas han insistido largamente en los peligros de sostener subsidios en cualquier área de la economía. Los subsidios forman parte de esas fábulas misteriosas que sugieren que el gobierno "debe ayudar" a sectores débiles, industrias nacientes, o pagar parte de algunos bienes considerados "esenciales" para los consumidores. Fábulas misteriosas por dos razones: 1. "There is no free lunch"..."no hay nada gratis en este mundo"...si se subsidia algo se está forzosamente sacrificando alguna otra cosa. Cuando se subsidia, por ejemplo, los costos de capital de los artesanos, se beneficia a este grupo pero se perjudica a otros. El problema es que es fácil identificar a los beneficiados (los artesanos) pero es más difícil identificar a los perjudicados (algún otro sector que compite con los artesanos, por ejemplo, importadores, o los consumidores que pagan los impuestos que pagan el subsidio). Por esta razón el sacrificio implícito de un subsidio duele menos de lo que debería (ojos que no ven, corazón que no siente). Esto lleva a muchos (políticos populistas en busca de votos) a favorecer subsidios.2. Los subsidios crean incentivos perversos. Al abaratar artificialmente los costos de capital para los artesanos se crea una burbuja de protección para este sector que puede desarrollar hábitos ineficientes y aún hacer rentable su actividad. Lo mismo sucede con los llamados bienes "esenciales." Los subsidios distorsionan sus precios y por tanto estos no reflejan la real escasez relativa de los bienes. Los recursos serán entonces asignados en base a estos precios distorsionados y toda la cadena de producción hacia abajo será afectada ineficientemente.Un ejemplo? Bolivia subsidia el precio del diesel. El precio del petroleo (en directa proporción al del diesel) sube en los mercados internacionales (superando actualmente los 58 dólares por barril) pero el precio del diesel se mantiene constante en Bolivia gracias a los subsidios. El costo? (en La Razón)El alza del petróleo en el mercado internacional hizo subir la subvención al diesel de importación en más del 150 por ciento. Esto representa un gasto adicional para el Tesoro General de la Nación de entre 24 y 28 millones de dólares.Así lo hizo conocer ayer el viceministro de Presupuesto y Contaduría Pública, José Luis Pérez, quien explicó que el Ministerio de Hacienda sólo había proyectado 16 millones de dólares para este año por concepto de subvención al diesel.Otro monto más, de $us 22 millones, subvenciona el gas licuado de petróleo.Quién paga estos millones? Todos los bolivianos via impuestos. Recursos que pudieron haberse destinado a otras actividades. Otro costo, probablemente el más peligroso, es el incremento del déficit fiscal, que de no ser controlado, tarde o temprano acaba en presiones inflacionarias.
Los economistas han insistido largamente en los peligros de sostener subsidios en cualquier área de la economía. Los subsidios forman parte de esas fábulas misteriosas que sugieren que el gobierno "debe ayudar" a sectores débiles, industrias nacientes, o pagar parte de algunos bienes considerados "esenciales" para los consumidores. Fábulas misteriosas por dos razones: 1. "There is no free lunch"..."no hay nada gratis en este mundo"...si se subsidia algo se está forzosamente sacrificando alguna otra cosa. Cuando se subsidia, por ejemplo, los costos de capital de los artesanos, se beneficia a este grupo pero se perjudica a otros. El problema es que es fácil identificar a los beneficiados (los artesanos) pero es más difícil identificar a los perjudicados (algún otro sector que compite con los artesanos, por ejemplo, importadores, o los consumidores que pagan los impuestos que pagan el subsidio). Por esta razón el sacrificio implícito de un subsidio duele menos de lo que debería (ojos que no ven, corazón que no siente). Esto lleva a muchos (políticos populistas en busca de votos) a favorecer subsidios.2. Los subsidios crean incentivos perversos. Al abaratar artificialmente los costos de capital para los artesanos se crea una burbuja de protección para este sector que puede desarrollar hábitos ineficientes y aún hacer rentable su actividad. Lo mismo sucede con los llamados bienes "esenciales." Los subsidios distorsionan sus precios y por tanto estos no reflejan la real escasez relativa de los bienes. Los recursos serán entonces asignados en base a estos precios distorsionados y toda la cadena de producción hacia abajo será afectada ineficientemente.Un ejemplo? Bolivia subsidia el precio del diesel. El precio del petroleo (en directa proporción al del diesel) sube en los mercados internacionales (superando actualmente los 58 dólares por barril) pero el precio del diesel se mantiene constante en Bolivia gracias a los subsidios. El costo? (en La Razón)El alza del petróleo en el mercado internacional hizo subir la subvención al diesel de importación en más del 150 por ciento. Esto representa un gasto adicional para el Tesoro General de la Nación de entre 24 y 28 millones de dólares.Así lo hizo conocer ayer el viceministro de Presupuesto y Contaduría Pública, José Luis Pérez, quien explicó que el Ministerio de Hacienda sólo había proyectado 16 millones de dólares para este año por concepto de subvención al diesel.Otro monto más, de $us 22 millones, subvenciona el gas licuado de petróleo.Quién paga estos millones? Todos los bolivianos via impuestos. Recursos que pudieron haberse destinado a otras actividades. Otro costo, probablemente el más peligroso, es el incremento del déficit fiscal, que de no ser controlado, tarde o temprano acaba en presiones inflacionarias.
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