¿Qué importancia tiene?
Por Hugo Balderrama
Hemos explicado, tanto en nuestras clases a nuestros alumnos, como en nuestros artículos, apoyados en sólida bibliografía y respaldados por autores de la talla de Ludwig von Mises, Friedrich A. von Hayek, Murray Rotbhard, Alberto Benegas Lynch (h) y muchos otros, como del socialismo deriva el marxismo y como de ambos derivan el fascismo y el nazismo. No vamos a repetirlo aquí y daremos por supuesto que el lector conoce tales argumentos.
También hemos explicado profusamente, la continua y permanente, arbitraria y malintencionada manipulación que del lenguaje hacen estas tres doctrinas, que normalmente y para mayor síntesis, abarcamos bajo el nombre común de colectivismo, ya que la base de sus postulados son colectivos, en franca oposición y enfrentamiento a los individuos. El colectivo socialista, está representado por los "obreros, proletarios, marginados, excluidos, disminuidos, alienados, etc." etiquetas todas aplicables siempre a la misma categoría de personas, que solo van cambiando conforme las modas, que también intentan imponer -y de continuo imponen- los mismos colectivistas. Por su lado, el colectivo nazi, esta representado por la raza o la etnia; que va alternando de acuerdo a la época y el país que se trate; una forma atenuada de hoy en día, son los modernos nacionalismos de tipo criollo o populista, timoratas expresiones de un nazismo oculto e incipiente que posa de "democrático"; por ultimo, el colectivo fascista está representado por la corporación, que en esta versión socialista, reemplaza a la masa obrera y a la raza o nacionalidad, como síntesis de la corporación. En la tesis fascista, obreros y empresarios pierden identidad como grupos separados y antagónicos y confluyen en una corporación única que estará representada por el estado totalitario como síntesis conciliadora y unificadora de las divisiones internas en su seno. Como se ve y se dijo antes, todos ellos tres son colectivos, y su antítesis y enemigo común en todas estas versiones no es otro que el individuo y la doctrina que defiende a este individuo, es decir, el liberalismo.
Sentado esto, viene el mas célebre de los engaños jamás pergeñado en política y economía, el engaño que pretende que por estar estas dos de estas tres sectas furiosamente enfrentadas entre si, difieren en esencia, nada mas falso y no por falso menos extendido que esta enorme falacia.
Ciertamente, ha habido enfrentamientos históricos entre nazi-fascistas, de un lado, y socialistas por el otro; de la misma manera que han existido enfrentamiento entre calvinistas, católicos, protestantes, luteranos y evangelistas, y así como estos últimos, entre tantos otros omitidos, creen todos en Cristo como el Salvador, y sin pretender trazar ningún tipo de analogía intrínseca entre esas doctrinas y las que siguen; de la misma manera, nazis, fascistas y socialistas creen los tres en el colectivo contra el individuo; creen los tres en la propiedad colectiva o común contra la privada; creen los tres en la violencia como metodología de acción válida y única, y estas creencias en común también son la base de sus enfrentamientos internos, ya que la disputa versa no sobre si el colectivo es superior al individuo (cosa que ninguno de ellos niega), sino en cual colectivo concreto de los tres en pugna ha sido el elegido por el destino, el azar o la providencia para ostentar el sumo poder. En tanto los socialistas dirán que el colectivo dominante deben ser los trabajadores; los proletarios y obreros, o los pobres y excluidos (dependerá de la etiqueta de moda en ese momento a cual le toque); el colectivo nazi dirá que deberá serlo la raza o etnia superior, en tanto que el fascismo sostendrá que debe ser el colectivo corporativista el supremo. Pero todos ellos excluyen al unísono y por unanimidad, al individuo y la propiedad privada.
Que el socialismo se haya puesto a la izquierda y haya ubicado en la derecha al fascismo y nazismo no borra estas similitudes y parentescos entre los tres, excepto para los incautos. Esas etiquetas de izquierda y derecha creadas por ellos para sostener, mantener y reforzar su pretendido o real "antagonismo" son falsas, y en realidad no tienen ningún rigor y no deberían motivar controversias, porque no las merecen. Baste tener en claro que nazismo, socialismo y fascismo son parientes consanguíneos que sostienen ardorosas disputas y contiendas familiares, que determinar luego si son los tres de izquierda o de derechas, es una cuestión que carece por completo de importancia. Sea que al nazismo, socialismo y fascismo se los ubique en la izquierda o se diga que son los tres de derecha no tiene relevancia en absoluto.
La cuestión es tan disparatada y tan poca científica, que nazis y fascistas sostienen que el liberalismo es de izquierda, en tanto que los socialistas sustentan que es de derecha. Lo que refuerza una vez mas la tesis de que el enemigo común que une a socialistas nazis y fascistas es el liberalismo capitalista que defendemos.
Como liberal, no me interesa estar en la izquierda o en la derecha, siempre y cuando si me ponen en la izquierda, fascistas, nazis y socialistas estén los tres bien lejos en la derecha, o si gustan ponerme en la derecha; nazis, fascistas y socialistas estén los tres bien lejos en la izquierda. Entrar en este juego, en el que permanentemente entran y juegan nazis, fascistas y socialistas; sobre quién esta en la derecha y quién en la izquierda, no es mas que una manera bastante estúpida de perder el tiempo. Sin embargo, y a juzgar por la cantidad de espacios que se le brindan a estas divisiones izquierdo-derechas en la prensa, medios varios y aun en los libros, parece que los juegos estúpidos atraen a mas de un analista que posa de serio. De allí que me ría y no me llame la atención en absoluto que si converso con un nazi me diga que soy de izquierda en tanto que si lo hago con un socialista me diga que soy de derecha....yo no juego juegos estúpidos porque se muy bien de que lado estoy...del lado del liberalismo capitalista, sea de centro, derecha o de izquierda, lo mismo da. El lector podrá ponerme, desde luego, del lado que más le agrade. Por mi parte, tengo en claro que el liberal capitalismo no tiene nada que ver con nazismo, fascismo y socialismo por lo apuntado antes respecto del individualismo capitalista y el colectivismo socialista, fascista y nazi, la defensa de la propiedad privada del capitalismo individualista y el ataque en común contra ella de nazis, socialistas y fascistas para lograr su destrucción y su reemplazo por la propiedad colectiva (que en definitiva siempre desemboca en manos del estado tirano, ya sea que este estado sea gobernado por proletarios, nazis o fascistas).
Por eso carece de importancia donde esta ubicado el liberalismo, si a la derecha, la izquierda o el centro. Lo cierto es que esta lejos, pero muy lejos del nazi-fascismo-socialista.
Por Hugo Balderrama
Hemos explicado, tanto en nuestras clases a nuestros alumnos, como en nuestros artículos, apoyados en sólida bibliografía y respaldados por autores de la talla de Ludwig von Mises, Friedrich A. von Hayek, Murray Rotbhard, Alberto Benegas Lynch (h) y muchos otros, como del socialismo deriva el marxismo y como de ambos derivan el fascismo y el nazismo. No vamos a repetirlo aquí y daremos por supuesto que el lector conoce tales argumentos.
También hemos explicado profusamente, la continua y permanente, arbitraria y malintencionada manipulación que del lenguaje hacen estas tres doctrinas, que normalmente y para mayor síntesis, abarcamos bajo el nombre común de colectivismo, ya que la base de sus postulados son colectivos, en franca oposición y enfrentamiento a los individuos. El colectivo socialista, está representado por los "obreros, proletarios, marginados, excluidos, disminuidos, alienados, etc." etiquetas todas aplicables siempre a la misma categoría de personas, que solo van cambiando conforme las modas, que también intentan imponer -y de continuo imponen- los mismos colectivistas. Por su lado, el colectivo nazi, esta representado por la raza o la etnia; que va alternando de acuerdo a la época y el país que se trate; una forma atenuada de hoy en día, son los modernos nacionalismos de tipo criollo o populista, timoratas expresiones de un nazismo oculto e incipiente que posa de "democrático"; por ultimo, el colectivo fascista está representado por la corporación, que en esta versión socialista, reemplaza a la masa obrera y a la raza o nacionalidad, como síntesis de la corporación. En la tesis fascista, obreros y empresarios pierden identidad como grupos separados y antagónicos y confluyen en una corporación única que estará representada por el estado totalitario como síntesis conciliadora y unificadora de las divisiones internas en su seno. Como se ve y se dijo antes, todos ellos tres son colectivos, y su antítesis y enemigo común en todas estas versiones no es otro que el individuo y la doctrina que defiende a este individuo, es decir, el liberalismo.
Sentado esto, viene el mas célebre de los engaños jamás pergeñado en política y economía, el engaño que pretende que por estar estas dos de estas tres sectas furiosamente enfrentadas entre si, difieren en esencia, nada mas falso y no por falso menos extendido que esta enorme falacia.
Ciertamente, ha habido enfrentamientos históricos entre nazi-fascistas, de un lado, y socialistas por el otro; de la misma manera que han existido enfrentamiento entre calvinistas, católicos, protestantes, luteranos y evangelistas, y así como estos últimos, entre tantos otros omitidos, creen todos en Cristo como el Salvador, y sin pretender trazar ningún tipo de analogía intrínseca entre esas doctrinas y las que siguen; de la misma manera, nazis, fascistas y socialistas creen los tres en el colectivo contra el individuo; creen los tres en la propiedad colectiva o común contra la privada; creen los tres en la violencia como metodología de acción válida y única, y estas creencias en común también son la base de sus enfrentamientos internos, ya que la disputa versa no sobre si el colectivo es superior al individuo (cosa que ninguno de ellos niega), sino en cual colectivo concreto de los tres en pugna ha sido el elegido por el destino, el azar o la providencia para ostentar el sumo poder. En tanto los socialistas dirán que el colectivo dominante deben ser los trabajadores; los proletarios y obreros, o los pobres y excluidos (dependerá de la etiqueta de moda en ese momento a cual le toque); el colectivo nazi dirá que deberá serlo la raza o etnia superior, en tanto que el fascismo sostendrá que debe ser el colectivo corporativista el supremo. Pero todos ellos excluyen al unísono y por unanimidad, al individuo y la propiedad privada.
Que el socialismo se haya puesto a la izquierda y haya ubicado en la derecha al fascismo y nazismo no borra estas similitudes y parentescos entre los tres, excepto para los incautos. Esas etiquetas de izquierda y derecha creadas por ellos para sostener, mantener y reforzar su pretendido o real "antagonismo" son falsas, y en realidad no tienen ningún rigor y no deberían motivar controversias, porque no las merecen. Baste tener en claro que nazismo, socialismo y fascismo son parientes consanguíneos que sostienen ardorosas disputas y contiendas familiares, que determinar luego si son los tres de izquierda o de derechas, es una cuestión que carece por completo de importancia. Sea que al nazismo, socialismo y fascismo se los ubique en la izquierda o se diga que son los tres de derecha no tiene relevancia en absoluto.
La cuestión es tan disparatada y tan poca científica, que nazis y fascistas sostienen que el liberalismo es de izquierda, en tanto que los socialistas sustentan que es de derecha. Lo que refuerza una vez mas la tesis de que el enemigo común que une a socialistas nazis y fascistas es el liberalismo capitalista que defendemos.
Como liberal, no me interesa estar en la izquierda o en la derecha, siempre y cuando si me ponen en la izquierda, fascistas, nazis y socialistas estén los tres bien lejos en la derecha, o si gustan ponerme en la derecha; nazis, fascistas y socialistas estén los tres bien lejos en la izquierda. Entrar en este juego, en el que permanentemente entran y juegan nazis, fascistas y socialistas; sobre quién esta en la derecha y quién en la izquierda, no es mas que una manera bastante estúpida de perder el tiempo. Sin embargo, y a juzgar por la cantidad de espacios que se le brindan a estas divisiones izquierdo-derechas en la prensa, medios varios y aun en los libros, parece que los juegos estúpidos atraen a mas de un analista que posa de serio. De allí que me ría y no me llame la atención en absoluto que si converso con un nazi me diga que soy de izquierda en tanto que si lo hago con un socialista me diga que soy de derecha....yo no juego juegos estúpidos porque se muy bien de que lado estoy...del lado del liberalismo capitalista, sea de centro, derecha o de izquierda, lo mismo da. El lector podrá ponerme, desde luego, del lado que más le agrade. Por mi parte, tengo en claro que el liberal capitalismo no tiene nada que ver con nazismo, fascismo y socialismo por lo apuntado antes respecto del individualismo capitalista y el colectivismo socialista, fascista y nazi, la defensa de la propiedad privada del capitalismo individualista y el ataque en común contra ella de nazis, socialistas y fascistas para lograr su destrucción y su reemplazo por la propiedad colectiva (que en definitiva siempre desemboca en manos del estado tirano, ya sea que este estado sea gobernado por proletarios, nazis o fascistas).
Por eso carece de importancia donde esta ubicado el liberalismo, si a la derecha, la izquierda o el centro. Lo cierto es que esta lejos, pero muy lejos del nazi-fascismo-socialista.