Por: Hugo
Balderrama
En Enero 2009 se
aprobó la constitución política que rige actualmente en el país, uno de sus
puntos recalca que somos un estado laico con libertad religiosa, este acápite
que en su momento resulto controversial dada la gran tradición católica de
Bolivia, es el punto de partida para el presente artículo.
Si analizamos a
profundidad la situación actual de las religiones en el país veremos que más
que un estado laico, somos un estado antirreligioso que nuestra visión de
laicismo tiene más un parecido con la revolución francesa que con la doctrina
de la muralla de Tomas Jefferson, que nuestra libertad como cristianos se limita a dejarnos
reunirnos los domingos en nuestras iglesias pero que para todo lo demás
nuestras opiniones se encuentra vetadas, si bien nada de eso resulta novedoso
ya que la persecución al evangelio data desde el imperio romano, lo preocupante
hoy es que muchos sacerdotes y pastores son cómplices silencios de los abusos
del poder estatal contra los cristianos, en ocasiones la complicidad resulta de
una solidaridad mal entendida y en otra de un desconocimiento de la biblia en
temas tan cruciales como la educación.
El
teólogo R.C. Sproul nos explica que el estado y la iglesia tienen esferas de
acción distintas, la tarea de la iglesia es predicar el evangelio, administrar
los sacramentos, proteger el alma de sus miembros y apoyar a la familia en la
crianza y educación de la prole. La responsabilidad del estado es servir de
contención a las manifestaciones más groseras del mal el apóstol Pablo nos declara: Sométase toda persona a las
autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las
que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean
condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor
al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz
lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es
servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo (Romanos 13:1-4).
Como se puede observar la función del
estado desde el punto de vista bíblico es netamente defensiva concordante con
dos de los mandamientos presentes en el éxodo (no robar y no matar)
Si lee con
detenimiento la carta a los Romanos observara que no se menciona la educación
entre las funciones estatales, esa es una tarea que corresponde a la esfera de
la familia. Dios ha ordenado que la educación sea una obligación de los padres
para que la prole ame y tema al supremo creador y tenga a Jesucristo como redentor y salvador de la
humanidad pero el modelo educativo en vigencia promueve el relativismo en
valores, la igualdad de religiones, el evolucionismo como verdad científica y
una idolatría al estado y sus líderes, no es casualidad que Evo aparezca
entregando bonos a los infantes y que al mismo tiempo les obligue a cantar el
himno nacional con un gesto propio de los comunistas rusos.
El objetivo del
estado no es educar sino adoctrinar, por eso los estatistas alaban a los niños
pero al mismo tiempo empobrecen a los padres mediante la inflación o impuestos
elevados, la idea es que las futuras generaciones sean fieles a los designios
de los tiranos y tengan las defensas bajas a la hora de razonar y pensar.
Nuestra obligación como padres cristianos es oponernos al lavado cerebral
mediante el rescate del modelo bíblico de educación, tomando a Dios como centro
de la enseñanza y la biblia como su perfecta palabra revelada.
Para que sea
tarea sea llevada a cabo debemos defender una absoluta y total privatización de
la educación, el cierre definitivo del ministerio del área y la legitimación de
métodos alternativos de educación como el homescholling o las escuelas
dominicales de nuestras iglesias, no es algo nuevo en realidad así funciono
siempre a lo largo de veinte siglos de historia cristiana (universidades y
colegios fundados por las ordenes monásticas).
Uno de los
cuestionamientos a la idea de la privatización de la escuela es el referente a
los pobres, para ellos y solamente en carácter transitorio se sugiere la creación
de vauchers como una forma de subsidio a
la demanda, con esa medida los pobres podrán escoger en absoluta libertad el
modelo educativo que para ellos les resulte más conveniente y que se adapta
mejor a sus condiciones personales, el tema es tratado a profundidad en el
libro Las Leyes Malas de mi maestro el profesor Alberto Mansueti. Además que
una sociedad más libre es la condición necesaria para practicar las virtudes
cristianas como la caridad con los necesitados; el mandato del evangelio de dar
de comer a los hambrientos y vestir a los desnudos es para las familias y no
para el estado.